NOMBRE: ELIAS GIGENA — ENTREGADO: 23 DE MAYO 2025
¿QUÉ ES UN MENDIGO?
Un mendigo se define por la escasez. Y ciertamente, la escasez puede existir no solo en el área
económica, sino en todas las áreas de necesidad humana, incluyendo alimentos, vivienda, seguridad,
educación, afecto, relaciones, paz y alegría. Por lo tanto, existen diferentes tipos de mendigos en todos
los niveles económicos de la sociedad.
- Tomate un tiempo para pensar y anotar algunas áreas de tu vida donde hayas experimentado
escasez.
Seguridad emocional
Identidad y autoestima
Relevancia o influencia
Liderazgo - El diccionario define la insignificancia como “falta de poder o influencia”. ¿De qué manera la escasez
ayuda a que tengas sentimientos o pensamientos de impotencia en tu vida?
La escasez enseña que no soy importante ni escuchado. Me hace sentir que no tengo valor, como si no mereciera abundancia o bienestar. Aprendí a sobrevivir, no a vivir. Esto generó un mecanismo de defensa: esconder mis debilidades, evitar la vulnerabilidad o evitar vínculos que me expongan. Evitar las relaciones sociales.
¿QUÉ ES EL MUNDO INTERIOR DE UNA PERSONA?
Es el conjunto de creencias y suposiciones principales que utilizamos para interpretar el mundo que
nos rodea, y es desarrollado en gran parte de manera inconsciente. Todos los días, a medida que
experimentamos la vida, sacamos conclusiones sobre la forma en que funciona el mundo, sobre
quiénes somos, sobre quiénes son otras personas y sobre el significado de la vida.
Una forma de ayudarnos a ver “nuestro mundo interior” es preguntarnos qué cosas de nuestra
infancia tomamos como verdades absolutas. - Toma un tiempo y escribe 5 “mandamientos” que definieron tu hogar cuando eras un niño. Estas
pueden ser reglas o declaraciones de creencias sobre la naturaleza y el propósito de la vida como “Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos.”
“No hables de tus sentimientos.”
“No confíes en nadie, la gente se va”
“Si querés algo, tenés que lucharlo solo.”
“No estas Capacitado”
“No sos importante, no molestes.” - Ahora mira tú lista. Desde que te convertiste en cristiano,
a. ¿Has descubierto que alguna de estas reglas o creencias no está alineada con lo que Dios dice?
Sí. Dios dice que soy su hijo amado, coheredero con Cristo, y que mis palabras y pensamientos tienen valor. He descubierto que sí puedo hablar, sentir, confiar y recibir.
b. ¿Cómo afectan estas creencias erróneas a tu vida?
Me impiden recibir amor, sabotear relaciones y buscar aprobación en lugar de identidad. Mantienen una mentalidad de esclavo aunque viva en libertad.
VIVIR COMO ELEFANTES
Si atas a un elefante cuando es pequeño y no puede liberarse, cuando crezca seguirá creyendo que
la cuerda es más fuerte que él. Los mendigos que se convierten en reyes son como esos elefantes. Han
estado atados toda su vida por la escasez, e incluso cuando la escasez se ha ido, todavía piensan como
antes. La escasez, y su mensaje de insignificancia crea una prisión en nuestras mentes. Dejamos la
prisión del pecado y la pobreza al aceptar lo que Cristo hizo por nosotros en la Cruz, pero no siempre
pasa lo mismo con la prisión de nuestras mentes ya que nuestro entendimiento acerca de lo que la cruz
significó, es muy limitado. La mayoría de nosotros cree que se trata de recibir perdón por nuestros
pecados, pero es mucho más que eso, y a menos que nos adentremos más en lo que realmente sucedió
en nuestra conversión, viviremos en un mundo incompleto.
“Se trataba de que hacía cosas que siempre había hecho, pero que ya no concordaban más
con quien Dios dice que soy. (Vallotton, 23)
- a. ¿Qué tipo de hábitos has tenido que dejar para actuar más consistentemente con quien Dios dice
que eres?
Tengo que acercarme a las personas y no Alejarme de quien me ama
Tengo que tener el habito de aceptar la ayuda de las personas y no Rechazar ayuda
Debo saber que Dios me ha llamado y dejar de Minimizar mi llamado o autoridad
b. ¿Qué hábitos puedes ver en tu vida que todavía necesita cambiar?
Temor a que descubran mis debilidades
Compararme con otros y sentir que nunca es suficiente
NUESTRA CONDUCTA
- Lee 1 Pedro 2:9,12 y piensa en lo que significa ser cada una de las siguientes cosas y escribe algunos
pensamientos sobre cómo pensaría y actuaría alguien que se caracteriza por ellos:
ELEGIDO: Es alguien apartado con un propósito. Actuaría con seguridad, sabiendo que tiene un rol único.
REALEZA: Vive como un hijo del Rey, no con mentalidad de esclavo. Sus decisiones reflejan dignidad y autoridad espiritual.
SANTO: Vive separado del pecado, consagrado, buscando agradar a Dios antes que a los hombres. - ¿Cuáles son las tres palabras que elegirías para describir tu identidad como cristiano hoy?
Redimido
Amado
Valioso
Considera la siguiente exhortación que Pablo dio a los Efesios:
Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna
del llamamiento que han recibido. (Efesios 4: 1) - a- ¿Qué sucede cuando la manera en que vivimos nuestra vida no es digna de nuestro llamado?
Se genera confusión, daño a otros y frustración. Perdemos influencia y podemos destruir lo que deberíamos edificar.
b-¿Qué sucede cuando tenemos un rol importante y una mentalidad de mendigo?
Es peligroso porque abusamos del poder, herimos a quienes amamos, actuamos desde la inseguridad y no desde la identidad. Saboteamos nuestro propósito.
La mayoría de nosotros hemos experimentado lo que es estar en el lado “receptor” de un cristiano que no es consciente de cómo sus palabras o comportamiento nos afecta negativamente.
CONCLUSIÓN
La forma en que nos percibimos a nosotros mismos y a nuestro mundo determina cómo nos
comportamos. Pero es posible que tengamos una autopercepción y una perspectiva del mundo muy
diferente a la verdad, incluso si hemos aceptado la verdad de que somos perdonados del pecado por la
fe en Cristo. Hay una verdad más grande que el hecho de que somos perdonados. Esa verdad es que
hemos sido creados hijos e hijas de Dios, el Rey del universo. Como hijos e hijas, tenemos un llamado
que debemos aprender a vivir dignamente, un llamado mucho mayor de lo que cualquiera de nosotros
haya imaginado.
Como ejercicio de cierre, imagina tu día hasta ahora: lo que has hecho, dónde has estado y lo
que has dicho. Ahora imagina cómo sería tu día si realmente creyeras que tu papá es el rey del
universo. ¿Qué dirías y harías?
Parte 1: Mi día hasta ahora
Hoy me desperté con pensamientos dispersos. Me levanté rápido, revisé el celular, respondí mensajes, me preparé algo para desayunar sin agradecer y salí con apuro. Fui al trabajo/escuela/rutina con una actitud más bien neutral, cumpliendo con lo necesario, pero sin mucha expectativa. En algunas conversaciones fui correcto, pero en otras respondí con ansiedad o impaciencia. Me sentí frustrado en ciertos momentos y dudé si estoy realmente avanzando en lo que Dios espera de mí. No tuve espacio de silencio para escuchar su voz, ni busqué activamente su presencia.
Parte 2: ¿Y si realmente creyera que mi Papá es el Rey del universo? 👑
Si verdaderamente creyera que mi papá es el Rey del universo, me levantaría con gratitud y propósito. Me hablaría a mí mismo con amor y valor, sabiendo que soy heredero de un Reino eterno. Antes de mirar el celular, me detendría a honrar a mi Rey, pedir dirección y declarar: “Este día está lleno de oportunidades diseñadas por mi Padre.”
Caminaría con otra postura: no por orgullo, sino con dignidad. En cada tarea, buscaría la excelencia porque represento al Reino. Mis palabras serían de ánimo, incluso si estoy cansado. En vez de quejarme o comparar, alabaría la fidelidad de Dios. En cada conversación, sería consciente de que puedo reflejar a Jesús. Sería más generoso, más paciente, más valiente.
Miraría a las personas como mis hermanos, no como obstáculos. Tendría paz en mis decisiones, porque sabría que mi papá cuida cada detalle. Y si surge un problema, lo enfrentaría sabiendo que no estoy solo: mi Rey pelea mis batallas